miércoles, 28 de diciembre de 2016

Me fui al valle de Tena


Ya hace semanas que siento la llamada del otoño.El problema es que por nuestras tierras, va muy, pero que muy retrasado. Así que, me marché a recorrer el valle de Tena, en el Pirineo aragonés, cerca de la frontera con Francia. Allí sí que había otoño: todos los tonos posibles del marrón, el rojo, el anaranjado... El tiempo ¡ magnífico!. Aprovechando el tiempo, hicimos doblete todos los días: una ruta por la mañana y otra por la tarde. La lista de lo que visitamos y vimos sería interminable: ruta de Santa Elena con su dólmen prehistórico, su santuario medieval y el
fortín de Felipe II. Por allí pasa una vía ferrata que nos contentamos con ver ¡ cualquiera se aventura por cables, puentes tibetanos y escalada de roca!. La zona es una encrucijada de caminos antiguos, Prs actuales, el primitivo Camino de Santiago que viene de Summus Portus...

Indescriptible la subida al Collado del Hocino. Hayedos sombríos, vacas en medio del camino que nos miraban amenazantes, huída por el bosque, buscando la protección de los árboles. Y a lo mejor, resultaba que eran pacíficas, pero sus cuernos imponían...
La llegada al Collado, abría ante nuestros ojos, toda la cordillera ¡ lástima no llevar un mapa que nos indicara el nombre de las cumbres!.Camino de Panticosa, el río Gállego furioso estallando en espuma contra las rocas. Venerables puentes romanos, flora y fauna desconocidas...La senda de la Hoz de Jaca ¡ temenda! acantilado a la izquierda, el río a laderecha. Búnkers de la guerra por doquier, arroyos que se derrumban sobre el río...
Me gusta el otoño...

Recoge ya en el seno 
el campo su hermosura, el cielo aoja 
con luz triste el ameno 
verdor, y hoja a hoja 
las cimas de los árboles despoja. 

Ya Febo inclina el paso 
al resplandor egeo; ya del día 
las horas corta escaso; 
ya Éolo al mediodía, 
soplando espesas nubes nos envía

Fray Luis de León, Oda a Juan de Grial

No hay comentarios:

Publicar un comentario